Camarón, la revolución del flamenco


El pasado 30 de noviembre y con ocasión del próximo 5 de diciembre, 60º aniversario del nacimiento de José Monge Cruz “Camarón de la Isla”, tuvo lugar en la Residencia del Embajador de Francia, la presentación, aunque yo diría mejor un verdadero acto académico, del libro ensayo que sobre Camarón ha escrito el diplomático y profesor amigo Jean Pierre Filiu. La exposición del autor fue perfecta, tanto desde el punto de vista flamenco y literario, como sencilla y entrañable desde el lado humano del genial cantaor cañailla.

Tuvimos la agradable sorpresa de coincidir con  Rafael Román y su esposa Tere, con la paisana Mª Jesús Castro, representantes de nuestro rincón salinero y camaronero, así como con Ricardo Pachón, autor y productor del disco  "La leyenda del tiempo" (1979), la Tati, con quién actuó Camarón en el Cirque d'Hiver en Paris (1987 y 1988) y otros personajes del mundillo flamenco cabal.

El ambiente fue además muy agradable, con el calor de los óleos de Lita Cabellut, gitana ella y por la simpatía y proximidad de los embajadores, muy buenos aficionados al flamenco y a los toros.

El libro lo estoy leyendo lentamente por la lógica dificultad del idioma, pero es muy interesante. Me dice J. Pierre que lo van a editar muy pronto en español.



Quisiera reflejar algunas semblanzas y recuerdos del personaje, que rondaron en mi cabeza mientras Jean Pierre iba desgranando su acertado discurso y que me hicieron retroceder  45 o 50 años. Soy natural de S. Fernando y nací también un 5 de diciembre, pero 6 años antes que Camarón.

Le recordaba cuando con 10 o 12 años, rubio, transparente y con unos ojillos celestes te abordaba por la calle Real y decía “áme un sigarrito” o cuando a las 11,20 h. de la noche, yo regresaba de ver a mi novia desde  Chiclana a San Fernando en el “canario” de las 11, el último del día (autobús de color amarillo) y en el que viajaban también varios chiclaneros, el cantaor Rancapino, el Cojo Farina (cojo pero que bailaba sano, según D. José Mª  Pemán) y Joselito “el de los churros” (que tocaba las palmas y tenía varios dientes de oro) y allí estaba el chaval Camarón en la parada de S. Fernando esperándolos (junto a la taberna de Paco Barón), para luego irse todos juntos calle Real abajo haciendo palmitas, hacia la Venta de Vargas para “buscarse la vía”.


 En esos momentos y  mientras escuchaba a Jean Pierre, también sonaban en mi mente entre otras, cosas como sus  alegrías “barrio de Santamaría”, las “bulerías de la Perla”, los tangos “detrás del tuyo se va”, la soleá apolá “el espejo en que te miras”, la soleáxbulería romance del amargo” o la “nana del caballo grande”…. El Camarón, oído  prodigioso, registro de voz único, quejío inigualable. Aunque hubo y hay  muy buenos cantaores, Camarón, junto con la Niña de los Peines, Caracol, Mairena, la Perla, etc. forma parte del prodigioso mundo del flamenco… “La revolution du flamenco”.


Publicado por Pedro Gutiérrez  Román